Este héroe es un demonio. ¿He dicho suficiente? ¡Por supuesto que no! Creado por el inigualable Mike
Mignola en 1993 (con colaboración de John Byrne), Hellboy ha poblado el mundo del comic y del cine como pocos otros personajes. Hellboy, el Grandullón Rojo, personaje insignia de la editorial Dark Horse Entertainment, es un hosco pero entrañable investigador de lo sobrenatural, nacido demonio, que se dedica a cazar fantasmas, vampiros, hadas, monstruosidades lovecraftianas, hipertecnología nazi, alienígenas, gorilas ciborg, hechiceros malvados y dioses olvidados.
Durante los
últimos días de la Segunda Guerra Mundial, unos ocultistas nazis liderados por
el brujo Grigori Rasputín (sí, ese Rasputín)
invocan un demonio para usarlo como llave para despertar al Dragón, el
Ogdru-Jahad, y así causar el fin de los tiempos. Pero el ritual sale mal, y los
aliados consiguen rescatar a este bebé demonio. Este es criado por un buen
hombre, el Profesor Trevor Bruttenholm, y crece en el héroe que hoy conocemos:
un tipo enorme, absolutamente rojo, con cola, pezuñas, dos cuernos cortados
(para no destacar tanto, como si eso
fuese posible) y un gigantesco puno de piedra en lugar de mano derecha. Trabaja
para la AIDP (Agencia de Investigación y Defensa de los Paranormal) como agente
de campo, gracias a su astucia, coraje, habilidad y, especialmente, su
capacidad de resistir todos los tortazos que le meten. Y por su capacidad para
devolverlos.
Hellboy nunca
reacciona empavorecido ante presencias que te harían llorar en una esquina. Se
limita a encender su cigarro y charlar con el monstruo. A veces hasta hace
chistes. Si este no atiende a razones y deja de comer personas, lo más probable
es que Hellboy le meta un tiro o lo aporree con el puño de piedra. Si le sale
mal la cosa, suele gritar “Mie…”, pero, no suele acabar la frase. También le
gusta beber cerveza con unos amigos suyos luchadores Mejicanos y comer
tortitas. Además, es católico. Sus amigos y compañeros incluyen a Liz Sherman,
piroquinética, Roger el Homúnculo, al fantasma del héroe de
pulp Bogavante Johnson, la Profesora Kate Corrigan, el fantasma Johan Krauss y
a Abe Sapien, un hombre-pez que fue hallado el día que dispararon a Lincoln (de
ahí lo de “Abe”). En 1952 se le concedió el estatus de Humano Honorario, y a la
gente no parece importarle mucho su extraña apariencia (excepto en las películas,
que emplean ese tema).
A lo largo de su
carrera ha realizado algunas proezas bastante espectaculares, como enfrentarse
a un homúnculo del tamaño de un Kaiju, volarle la cabeza a la Baba Yaga, matar
al vampiro Giurescu, (más poderoso que el propio Drácula), mandar al Dragón del
Armagedón que se fuera a tomar por el **** y, sobre todo, pegarle un puñetazo
en la cara a la propia diosa Hécate. También se ha enfrentado a numerosos
hechiceros y demonios que han intentado atarlo (usando su Nombre Verdadero,
Anung-un-Rama) para que Hellboy desatase el Apocalipsis, pero nuestro héroe
siempre ha rechazado su destino, clamando que es su vida y que nadie gobierna
sobre él.
¡Acaba de pegarle un puñetazo en la cara a la diosa de la oscuridad de los
tiempos antiguos!
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En este momento, Hellboy está muerto y en el Infierno (tristemente, donde
pertenece, ya que no deja de ser un demonio) después de haber dejado el AIDP y
haber vagado por la Tierra. Está descubriendo su destino, mientras que el AIDP
está sufriendo crisis tras crisis sin su agente estrella. Se sabe que Hellboy
va a volver, y que va a tener un final especifico, pero este es desconocido.
El mundo de Hellboy, además, está expandido a historias sobre el AIDP,
Bogavante Johnson y el Increible Cabeza de Tornillo, entre otros títulos, además
de, en este momento historias de retrospectiva. Todos los comics de este
personaje han sido escritos por el propio Mignola, pero muchos los ha dibujado
el maestro Richard Corben, entre otros.
Nótese la insuperable caracterización de Ron Perlman y del equipo de maquillaje. |
Para ser un superhéroe que ni es de DC ni es de Marvel, Hellboy ha tenido
una cobertura mediática excepcional. Sus adaptaciones incluyen dos videojuegos
al parecer pésimos y tanto dos películas dirigidas por Guillermo Del Toro (“Hellboy”
y “Hellboy II: El Ejército Dorado”, interpretado por Ron Perlman) como dos películas animadas de excelente
calidad (“Hellboy: La Espada de las Tormentas” y “Hellboy: Sangre y Hierro”).
Las cuatro las recomiendo encarecidamente, pese a que las dos de Del Toro se
tomen algunas libertades con la adaptación.
Aprovecho para puntualizar que cuando dices puno en realidad quieres decir puÑo. No sé lo que es un puno, especialmente uno de piedra, pero suena muy mal y prefiero cambiar de tema.
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