HEROES DE COMIC 50-41

50-Savage Dragon

Pocos pueden presumir de aleta como él.

Creado por Eric Larsen, este personaje formó parte de la primera oleada de la entonces nueva Image Comics, a comienzos de los 90. Y el concepto es tan sencillo y obvio que podría decirse que es una genialidad: un tío con súperpoderes que, en lugar de ponerse mallas y adoptar una identidad secreta, decide hacerse agente de policía. Un grandullón amnésico, verde y súperfuerte, el Agente Dragón protege la gente de una Chicago sitiada por hordas de monstruos mutantes liderados por un supervillano llamado Overlord.

Pero esta es sólo la premisa inicial. Lo que hace tan especial a este cómic es que no hay nada sagrado, ni siquiera su héroe. Cuando Eric Larsen, autor de Savage Dragon durante veinte años consecutivos, decide cambiar el statu quo, éste cambia de manera permanente. ¿Quiere que Dragón sea ahora el héroe de un mundo postapocalíptico? Adelante. ¿Que el villano principal muera y pase a ser otro totalmente distinto? Sin problema. ¿Que muera el héroe y sea sustituido por su hijo? Es lo que está pasando ahora.  

Pese a lo poco que he leído de Savage Dragon, debo decir que es una experiencia singular, tan violenta como divertida que, como el vino bueno, sólo se hace mejor con los años. 

49-Robotman (Cliff Steele, en representacion de la Patrulla Condenada)

♪Si tuviera un corazón...♪

Existe la gente con mala suerte, y luego está la Patrulla Condenada (Doom Patrol, creada por Bob Haney y Bruno Premiani, DC Comics). Esta banda de superhéroes son los más desafortunados que existen, ya que sus poderes vienen a costa del trauma y del malestar. Ningún otro equipo se enfrenta tan a menudo a peligros y enemigos tan imposibles de definir. Ningún otro equipo ha tenido su tasa de bajas. Ni siquiera los X-Men pueden llegar a ser tan extraños.

Tomad como ejemplo al bueno de Robotman. No es el personaje más original, ni el más extraordinario, pero ha estado en todas las versiones de la Patrulla Condenada, y sus orígenes ilustran a la perfección a este extraño grupo. Cliff Steele era un piloto de carreras que sufrió un terrible accidente automovilístico. Su cuerpo quedó destruido, pero sobrevivió su cerbero, de modo que lo introdujeron en un cuerpo robótico experimental para que pudiera sobrevivir. Y, en efecto, Cliff vivió, pero en ocasiones desearía haber muerto. No puede sentir dolor, ni placer, ni olor, ni sabor. Ya no es un hombre, y lo sabe cada vez que se acerca a una mujer. Es muy fuerte, y su cuerpo puede ser reconstruido vez tras vez, pero eso le convierte en víctima predilecta de las surrealistas amenazas a las que se enfrenta de manera regular.

Y esa es la otra cosa que le hace tan especial. Él es el cuerdo en este equipo de locos (el que haya pasado algún tiempo en un hostpital psiquiátrico es irrelevante). Donde el resto de la Patrulla Condenada (Niles Caulder, Hombre Negativo/Mujer Negativa/Rebis, Spinning Jenny, Elasti-girl, Beast Boy y muchísimos otros) no parece asombrarse de estar en lugares que nunca han existido, o que estar luchando contra un ser que podria ser al mismo tiempo Jack el Destripador y Dios, o de que uno de sus mayores enemigos es un gorila francés parlante con un rifle y una boina cuyo jefe/amante es un cerebro en un tarro, él es la voz del lector, que dice: “¡Un momento, esto no tiene ni pies ni cabeza!”

Y a pesar de todo Cliff se mantiene firme, como un acantilado de metal naranja, luchando la buena lucha, defendiendo a la humanidad de peligros que ni él mismo (que ha visto de todo) es capaz de comprender. Y aunque es el más “normal” (extraña palabra) de la Patrulla Condenada, se mantiene fiel a sus amigos, pase lo que pase.

48-Vanth Dreadstar

Con una espada que casi mola más que un sable láser. 

Cuando a Jim Starlin le da por hacer las cosas a lo grande, la palabra “grande” resulta insuficiente. Empezando con su fantasía de proporciones cósmicas de "La Odisea de la Metamorfosis", Vanth Dreadstar, el Hombre de los Ojos de Hielo, fue reclutado por un hechicero para proteger a tres criaturas cuyo destino era liberar a la Galaxia de la tiranía y el horror. Armado con una espada mágica de un poder incalculable, Dreadstar acabó en otra galaxia en plena guerra entre la Monarquía y la Iglesia. 

Este inmortal acabaría reclutando un grupo de aliados para finalizar una guerra de siglos de duración. No sé cómo sigue su historia, pero todas sus apariciones son épicas y fantásticas. Mujeres-gato, telépatas, robots, dictaduras espaciales, demonios, brujos... seguro que sólo puede ir a mejor.

47-Corto Maltés

No tiene nada que envidiar de las patillas de Lobezno.

Apuesto y rudo marinero, conocedor de las aguas del Pacífico, aventurero constante y bastante menos cínico de lo que quiere aparentar, Corto Maltés es la creación del maestro Hugo Pratt (parece que los italianos siempre tienen algo que enseñarnos sobre el arte, no importa sobre cuál estemos hablando). Aunque no te atraigan las aventuras de este astuto lobo de mar, estas cinco palabras deberían convencerte de lo grande que es Corto: La Balada del Mar Salado. Su primera historia, definitivamente la mejor, y una de las mejores novelas (gráficas o no) que pudieras leer. Piratas, traiciones, intrigas y una perspectiva algo diferente de la 1ª Guerra Mundial se juntan en un texto que se suele describir como “lo mejor de Emilio Salgari, pero bien escrito”.

46-V

Vi Veri Veniversum Vivus Vici.

A algunos lectores les sorprenderán dos omisiones de esta lista: el maniqueo héroe enmascarado Rorschach, de la obra maestra Watchmen, y el justiciero de Marvel Comic, Punisher (el Castigador).  Para quienes no los conozcan, ambos son peligrosos cazadores de criminales que patrullan las calles de Nueva York, terrores de la noche inmisericordes. Antihéroes. Psicópatas. Realmente no comparto la admiración que muchos lectores parecen sentir por estos dos. En lo que a mí respecta, uno es un lunático de ultraderechas y el otro es un asesino en masa.  

¿Por qué, entonces, incluyo en esta lista al misterioso V, de V de Vendetta, reconocido terrorista, asesino y torturador? Simple. Mientras que Rorcharch y Punisher matan criminales por venganza y por satisfacer un retorcido sentido de la justicia, V sirve un propósito mayor. Con su máscara de Guy Fawkes siendo ahora un símbolo de resistencia antisistema, V lidera la revolución. No estoy de acuerdo con su ideología anarquista, pero admiro lo que significa. V podría  fácilmente  ser el mejor personaje creado por Alan Moore y David Lloyd.

45-Los Guerreros ABC (Hammerstein, Deadlock, General Blackblood, Mongrol, Joe Pineapples, Steelhorn/The Mess, Mek-Quake, Ro-Jaws, Happy Shrapnel/Tubal Cain, Morrigun, Mad Ronn, Hitaki, Zippo...)

Los Guerreros han llegado. ¡Esparcid la Palabra!

Este cómic, de haber sido escrito por cualquier otro, hubiera sido entretenido, normal  y olvidable. En manos de los genios locos de la revista británica 2000AD (en especial Pat Mills), los Guerreros ABC son una lectura tan única como demencial. Durante un tiempo, esta serie casi llegó a destronar al Juez Dredd de su trono de popularidad en Gran Bretaña.

Diseñados para soportar la guerra atómica, bacteriológica y química, los Guerreros ABC son una unidad de robots inteligentes con muy malas pulgas y con personalidades tan dispares como incompatibles. Con un elenco giratorio de guerreros (algunos se van, otros mueren, se transforman o incluso traicionan a sus colegas), tenemos a Hammerstein, adusto y estricto sargento; Mongrol, versión robótica de Hulk; Deadlock, un robot-monje con poderes mágicos (sí, en serio, un robot con poderes mágicos); el traicionero Blackblood, el francotirador amante de la lencería Joe Pineapples y muchos más, tan extraños como interesantes.

Sus historias son igual de memorables. Desde el clásico Los Siete Mekníficos, en el que son reclutados como unidad de pacificación en un planeta Marte que se asemeja al Salvaje Oeste,  hasta el extraño y filosófico El Agujero Negro, en el que los Guerreros se ven envueltos en un conflicto entre las fuerzas místicas del Orden y del Kaos, pasando por aventuras como La Guerra Volgan y Los Guerreros de las Sombras, los Guerreros ABC son un gusto adquirido, pero uno que deja un sabor difícil de olvidar. 

44-Mortadelo y Filemon

"Oiga, Jefe, ¿no era ese el tipejo al que teniamos que proteger? Creo que no le ha sentado bien su estrategia de protección especial."

No son héroes valientes (se asustan de su propia sombra). No son héroes astutos (Abbott y Costello parecen inteligentes a su lado). No son héroes fuertes (reciben más palizas que una piñata). Son héroes made in Espain, y no sé si sentirme orgulloso o avergonzado.

Mortadelo, calvo, alto y adicto a los disfraces, y Filemón, más bajo y con dos pelos, son la personificación del slapstick en el tebeo. Miembros de la T.I.A., seguramente son los más hábiles de dicha organización de  agentes gubernamentales españoles, lo cual es decir muy poco a favor de dicha agencia. No importa qué misión les dé el “Súper”, sin importar lo fácil que sea, o qué maravilloso y destructivo invento les proporcione el Profesor Bacterio, van a meter la pata. Hasta el fondo. Eso es una garantía.

Con su fantástico cruce de slapstick, viñetas abigarradas y comentario satírico, Francisco Ibáñez ha creado, en su obra maestra, un comic único pese a tener, con diferencia, a los peores héroes de esta lista.

43-Flash Gordon

Princesas espaciales, pistolas de rayos y naves estelares en forma de pepino. ¡Combinación ganadora!

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, un hombre llamado George Lucas quiso hacer una película basada en los comics de Alex Raymond. Como no le dejaron, decidió hacer algo parecido, pero con otro título. Era una película de aventuras en el espacio, con princesas, espadas, pistolas de rayos, naves espaciales y malvados emperadores. ¿Sabéis que película hizo? ¡La Guerra de las Galaxias! ¿Y sabéis cuál era el comic del que quiso hacer la película en primer lugar? ¡Flash Gordon!

Flash Gordon es uno de esos cómics que hacen historia. Procedente de una época anterior a Superman, en la que los comics eran toscos y con poco estilo, la belleza de este tebeo asombra a lectores aun hoy en día. En esta historieta, el jugador de polo Flash Gordon y la reportera Dale Arden son secuestrados por el Profesor Zarkov, quien, con su cohete espacial, viaja al planeta Mongo, el cual se aproxima peligrosamente a la Tierra. Ahí, Flash conocerá a su némesis, el malvado Emperador Ming, el Terrible, a la seductora Princesa Aura, a lo hombres-halcón, hombres-león, hombres del bosque, hombres subacuáticos, bestias fabulosas, lugares extraños, tecnologías maravillosas y peligros constantes. Este cómic inventó la épica cuando los tebeos no eran más que tiras dominicales. Puede que todo lo que hay haya en sus páginas sea cliché, pero es que Flash Gordon inventó ese cliché.  

Aunque Flash Gordon ha ido apareciendo y desapareciendo del panorama del noveno arte, se le reconoce como uno de los tebeos americanos más influyentes de la historia.

42-Conan el Barbaro

Sólo una palabra puede definir esta escena: ¡Crom!

Me siento un poco tramposo incluyendo aquí a la obra maestra del difunto Robert E. Howard, ya que Conan, el salvaje cimmerio, es en realidad un personaje de novela pulp. No obstante, su presencia en comics como los de Roy Thomas es sencillamente asombrosa, y nos recuerdan por qué nos encantan las aventuras de este bárbaro. No, no es por las películas de Arnold Schwarzenegger, Crom nos asista.

Los comics de Conan (y, en efecto, los relatos de Howard) llevan la fantasía heroica a otro nivel, a una época situada entre el hundimiento de Atlantis bajo las olas de color esmeralda y el nacimiento de la civilización moderna, la Era Hiboria, una era en la que todos los hombres son colosos, todas las mujeres hermosas y la vida es siempre una aventura y todos los problemas son sencillos y nadie menciona el impuesto sobre la renta, el problema de los marginados ni la medicina social. Acción trepidante e inmisericorde, magia horrenda, monstruos de pesadilla, mujeres seductoras, fuego,  tinieblas y tesoros inimaginables. ¡Por Crom, no hay mejor vida que la del bandido!

41-Spider Jerusalem

Spider Jerusalem piensa que este blog es una mi%$£#.

Si conocieras a Spider Jerusalem en persona, seguramente le odiarías. Pero si ves el demente mundo ciberpunk que él habita, te darás cuenta de que él es, en realidad, el tuerto en el país de los ciegos. Spider Jerusalem es un reportero gonzo que escribe los más ultrajantes e hirientes artículos que la sociedad necesita leer. Fuma e ingiere todas las drogas a su alcance, suelta todos los tacos que nunca habías imaginado que existieran en tu propio idioma, tiene más tatuajes que un marinero juerguista, vive con dos mujeres-guardaespaldas con las que se acuesta de manera regular y va por ahí con una pistola que produce diarrea en sus objetivos. Lo que he dicho, deberías odiar a este hijo de la gran &*%$.

Pero el protagonista de Transmetropolitan, de Warren Ellis y Darick Robertson, es un héroe hecho y derecho, aunque de un tipo muy, muy distinto. Se preocupa por los niños abusados, denuncia la corrupción, la violencia policial y la apatía y, armado con el poder de la verdad, logra derribar de su trono a nada menos que dos presidentes psicóticos y malignos. Y hace todo esto en un mundo futurista que es, en realidad, una exageración demencial y desternillante del nuestro. Eso lo convierte en un héroe. Pero por favor, no seáis como él. No digáis tantos tacos.

NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE: 40-31
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