martes, 5 de mayo de 2015

El personaje de la semana: JOHN CARTER DE MARTE

Imagen del legendario Frank Frazetta
¿Alguna vez has soñando con teletransportarte accidentalmente a un planeta alienígena lleno de espadachines, monstruos tremendos y princesas supermodelos semidesnudas, y encima tener una fuerza sobrehumana en ese planeta? ¡Bienvenido a la biografía resumida de John Carter, Señor de la Guerra de Marte!
El personaje de hoy, a diferencia de los anteriores, no es originario del comic (aunque también tiene una fuerte presencia en el medio), sino de la literatura. Creado por Edgar Rice Burroughs, el cual más adelante se convertiría en el autor de Tarzan, sus aventuras comienzan en “Una Princesa de Marte”, escrita en 1917. Supuestamente un documento autobiográfico recopilado por su sobrino (Burroughs), John Carter nos cuenta que es un veterano de la Guerra Civil Estadounidense, un caballero, espadachín y buscador de oro que, de manera imprevista mientras exploraba una mina, aparece en la superficie del planeta Marte (llamado Barsoom por sus nativos). ¿Cómo sabe que es el Planeta Rojo? Pues no tengo ni idea, pero lo sabe perfectamente.
Sus aventuras se hacen más y más impresionantes a partir de ahí. Conoce a los gigantescos, violentos y geniales Hombres Verdes, haciéndose amigo de uno llamado Tars Tarkas, y obteniendo por mascota un enorme perro alienígena llamado Woola. Además, empieza a aprender a comunicarse telepáticamente, como el resto de marcianos, y descubre que, gracias a la reducida gravedad de Marte, sus músculos terráqueos son inmensamente más poderosos, permitiéndole dar brincos sobrehumanos y matar alienígenas de cuatro metros de altura de un puñetazo en la cara. Y también se enamora de Dejah Thoris, princesa de la ciudad-estado de Helium. Ella es una Marciana Roja (con la piel de color cobrizo, desnuda y cubierta de joyas), y una belleza de primera. Sus aventuras durante las tres primeras novelas lo llevan por todas partes, rescatando constantemente a la princesa (con la que luego se casa), peleándose contra docenas de civilizaciones, explorando el planeta moribundo, enzarzándose en duelos y peleas de gladiadores, descubriendo civilizaciones ocultas y tecnologías extrañas, haciendo amigos y enemigos y liderando ejércitos. Y si, dándole un hijo a la espectacular Dejah Thoris.
Burroughs, al escribir “Una Princesa de Marte”, se las apañó para inventar, simultáneamente, tanto a los superhéroes como el llamado Romance Espacial (que luego se desarrollaría hasta convertirse en Ópera Espacial). El primer caso es el proceso opuesto de la historia de Superman: un hombre viaja de la Tierra a otro planeta donde, gracias a la interacción de su fisonomía con el entorno alienígena, obtiene habilidades extraordinarias que usa para poner las cosas en su sitio y ser un héroe. Si investigas un poco, descubrirás que muchos héroes espaciales durante los años 30 y 40 seguían preceptos muy similares. En el segundo caso, digamos que sin John Carter no tendríamos a Flash Gordon ni a Buck Rogers…y por tanto no tendríamos a Luke Skywalker ni al Capitán Kirk, ni a Ripley ni por supuesto a Jake Sully y a los Na'vi. No exagero. Y sin Dejah Thoris no tendríamos a la Princesa Leia en bikini dorado. Solo digo.
Los Marcianos Verdes son los aliens mas molones de la historia de la literatura.
El tono de las tres novelas originales (Una Princesa de Marte, Los Dioses de Marte y El Señor de la Guerra de Marte) es bombástico y grandilocuente, pero nunca aburrido ni cargante. Acaso un pelín pretencioso, Burroughs, fingiendo ser John Carter, nunca usará una palabra pequeña cuando pueda emplear una grande y rimbombante. Esto hace que, sin duda, la lectura de estas novelas sea aun más entretenida y fascinante, leer un estilo de escritura a la vez familiar y distante. De las tres, la mejor es sin duda la primera, pues las dos siguientes son un poco repetitivas con el tema de “rescatar a la damisela en apuros”, pero siguen siendo lectura recomendada. Hay unas cuantas novelas más ambientadas en Barsoom, algunas de las cuales siguen las aventuras de John Carter, otras de su hijo Carthoris, de la hermosa Thuvia o de otros aventureros terrícolas, pero de ellas no sé nada. También hay una película de Disney titulada simplemente “John Carter”, de 2012, que fue un desastre en crítica y taquilla. No sé, yo pienso que estaba bien.

Naturalmente, mucho se puede decir en contra de las novelas de Barsoom, principalmente de su actitud visiblemente imperialista: se trata de un hombre blanco americano que va a un lugar nuevo y exótico al que conquistar por la fuerza (por su asombrosa fuerza, muy superior a la de los locales) . No solo eso, sino que demuestra ser más hábil y mejor que los nativos en su propio territorio. Y se acaba casando y teniendo un hijo con una nativa. Y acaba siendo él quien une a los dispares pueblos de Marte bajo su único mandato (porque no lo iban a hacer por si mismos)…visto así, es bastante, digo muy, colonialista. También están los temas de las relaciones entre razas y entre sexos, y el de la esclavitud, tratados de un modo que hoy en día podría considerarse poco menos que políticamente incorrecto.

Pero estas críticas no alteran los hechos: la trilogía original de Barsoom (Una Princesa de Marte, Los Dioses de Marte y El Señor de la Guerra de Marte) es un hito literario, no tanto por su calidad y complejidad temática y estilística, sino por la influencia que ha ejercido, desde el día de su publicación, en la ficción popular. 


Y ahora miradles a los ojos y decidme que no son igualitas. He dicho los ojos.

Dejah Thoris 0001


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