jueves, 6 de septiembre de 2018
martes, 28 de agosto de 2018
miércoles, 15 de agosto de 2018
TOP 5 PELÍCULAS HISTÓRICAS DE SUPERHÉROES
¡Hola a todos! Es la primera vez que cuelgo un vídeo en Youtube, así que pongo el link. Es mi primer vídeo (el segundo, técnicamente), así que perdonad la baja calidad. Lo hice en inglés (enseño esa lengua, así que más me vale), pero lo cierto es que odio oírme. ¡Gracias por escuchar!
viernes, 10 de agosto de 2018
"BATMAN FOREVER" NO ES MALA, SÓLO ESTÁ CONFUNDIDA
El otro día me vi Mystery Men,
una comedia de superhéroes de 1995, dirigida por Kinka Usher, más o menos basada en los comics de Flaming Carrot. Aunque no es perfecta ni
de lejos (no es muy bonita a los ojos, y tiene una escena de muerte demasiado
macabra para el tono del resto del filme), sí que es graciosa, tiene chistes
buenos, actores cómicos de categoría como Ben Stiller, Paul Reubens, Janeane Garofalo y Hank
Azaria y una premisa entrañable, en la que desaparece el principal superhéroe
de la ciudad y, para defenderla de las maquinaciones del perverso supervillano (Geoffrey Rush),
surge un heroico grupo de completos perdedores y aficionados que incluyen al
Rajá Azul (sabe arrojar tenedores y no lleva nada de azul) el Chaval Invisible
(el cual es invisible mientras nadie lo mire), la Esfinge (un mentor que sólo
sabe lecciones de cliché), el Bazo (proyecta flatulencias letales), la
Boleadora (su bola tiene dentro el fantasma de su padre), Míster Furioso (se enfada
mucho) y el Cavador (tiene una pala). Es algo tonta, pero el final resulta
emocionante e incluso un poco conmovedor, viendo cómo un don nadie puede ser un
héroe, e incluso los mayores perdedores pueden triunfar aunque sea una sola
vez.
Tras verla me di cuenta de que salió el mismo año que Batman Forever, la tercera película de la influyente serie sobre el superhéroe de DC comics Batman que dirigieron Tim Burton y Joel Schumacher en la década de los 90.
Entonces me hice la pregunta del millón: ¿Cómo es posible que esta película
algo cutre con un director desconocido sobre personajes irrelevantes me haya
gustado muchísimo más que cuatro filmes sobre nada menos que Batman y Robin,
con todo el dinero del Estudio Warner y algunos de los mayores talentos de
Hollywood de su momento?
Antes de llegar a la respuesta,
debo señalar que, aunque a mí no me gustan las películas de esta serie (las de
Tim Burton, Batman, 1989, y Batman Vuelve, 1992, y las de Joel Schumacher,
Batman Forever, 1995, y Batman y Robin, 1997), entiendo y
respeto la opinión de aquellos que sí las disfrutan. Además, hay aspectos de
estas películas que, en mi opinión, superan a la de cualquier otra versión de
los personajes: la banda sonora de Danny Elfman es la mejor y más icónica de
todas, la ciudad de Gotham es un entorno fantásticamente realizado e idóneo
para las aventuras de un hombre encapuchado peleándose con un surtido de
lunáticos disfrazados, y los vehículos como el Batmóvil y el Batplano aún no
han sido superados. Además, las cuatro tienen en Michael Gough el mejor Alfred
de todos los tiempos.
Pero el resto…madre mía. Muchas
de mis quejas son triviales o sólo incumben a fans de los cómics o dibujos
animados: aunque el Joker de Jack Nicholson mola, él no debería haber sido el
asesino de los padres de Bruce Wayne (este hecho destruye aspectos
fundamentales del personaje); Batman no debería matar (si lo hiciese, debería
ir por ahí con pistolas y rifles); la Catwoman de Michelle Pfeiffer es la
antítesis de todo lo que la heroína/villana se supone que es; por si fuera
poco, el diseño de los trajes es horroroso, y los actores parecen incapaces de
moverse mientras los llevan puestos. Otros problemas son mucho más severos,
como la práctica irrelevancia del supuesto héroe, comparado con el villano de
turno, y lo incomprensibles e incoherentes que resultan los planes de los malos
(el Pingüino es el mayor pero no único culpable de esto). Pero, pensando de
nuevo sobre estas películas, lo que de verdad las condena es que son películas
vacías. No tienen TEMA.
¿Qué estoy intentando decir? Una
historia, ya sea una película, una novela o un videojuego, trata sobre algo. No
hablo del argumento, sino sobre las ideas que subyacen al argumento. Pongamos
un ejemplo sencillo. ¿De qué trata Dr.
Jekyll y Mr. Hyde? Trata de uno que, por medio de una pócima, se transforma
en un alter ego brutal y maligno. Exacto. ¿Y el tema? La novela sugiere que,
debajo de nuestro comportamiento civilizado y moral yace un instinto animal que
sólo busca saciar sus deseos de manera salvaje. ¿Yo, Robot? Que incluso el sistema más perfecto creado por el ser
humano tendrá irregularidades y recovecos. ¿Rambo
Acorralado? Que los veteranos de la Guerra de Viet-Nam han sido abandonados
y desechados. ¿Robin Hood? Que hay
que oponerse a la tiranía. ¿Frankenstein?
No juegues a ser Dios. ¿Bola de Dragón?
La auto-superación. Alicia en el País de las Maravillas explora los estado mentales alterados y la lógica de los sueños. Zombies Party retrata las dificultades que tiene un hombre de dejar atrás aquello que le impide crecer como persona. La Guerra de las Galaxias, Episodio III: La Venganza de los Sith, a pesar de ser una mala película, nos advierte del peligro de dejar la Democracia en manos de demagogos carismáticos. Casi todos los relatos de espías tratan sobre desentrañar la verdad en un entramado de mentiras y lealtades; casi todas las historias de terror contrastan nuestro escepticismo moderno fruto de la Razón con una realidad sobrenatural mucho más oscura y poderosa de lo que sospechamos. Prácticamente no hay comedia romántica que no culmine con el amor conquistando todas las diferencias. Algunas historias son más temáticamente densas que otras.
El Señor de los Anillos, por ejemplo,
habla sobre la lucha entre el Bien y el Mal, la guerra, la mitología, la fuerza
de la gente insignificante, el poder de la esperanza ante la oscuridad y la
benevolencia de la vida campestre frente a la industrialización. Por otra parte,
Con Faldas y a lo Loco presenta a dos
hombres que aprenden a empatizar con las mujeres al verse forzados a hacerse
pasar por señoritas. Nótese que no es necesario estar de acuerdo con las ideas
de una historia para que esta sea buena. Los
Santos de Boondock es una sanguinaria declaración de guerra contra el
crimen. Braveheart es una obra
intensamente nacionalista que sugiere que mates a todos los ingleses, y no
obstante pienso que es inspiradora. Harry
el Sucio parece opinar que la única justicia que merecen criminales como
Escorpión es una bala en la cabeza. La política racial de Centauros del Desierto es incómoda cuanto menos, y sin embargo es
una obra maestra.
El amor puede trascender las barreras sociales. |
El hombre blanco y su codicia desmedida están causando daños atroces, contra el mundo empobrecido y contra si mismo. |
No hay que tenerle miedo a quedarse obsoleto y ser reemplazable. |
¡Destruye el Patriarcado! |
¿Es un niño capaz de conquistar la oscuridad de sus miedos y de años de abuso materno? |
La inteligencia no es garantía de equilibrio emocional o grandeza moral. |
El ser humano y toda vida y existencia es una insignificante mota de polvo en el cosmos infinito. Brindo por ello.. |
El final de un pueblo y su era da paso a un nuevo pueblo y una era nueva. |
¡Temed, malhechores, pues la hora de vuestro Juicio ha llegado! |
Las películas de superhéroes, sobre todo de manera reciente, emplean el
armazón de la lucha entre héroes y villanos con poderes y trajes ridículos para
explorar y presentar temas como el rechazo al determinismo y la predestinación
(Hellboy), la transformación de un
niño en un hombre (Spiderman), la
redención de la vida criminal por medio de la comunidad (Guardianes de la Galaxia), las atroces consecuencias del
colonialismo (Thor: Ragnarok), la restauración de familias rotas (Ant-man y la Avispa) la
decisión entre el amor y la carrera profesional (Rocketeer), el peligro de ceder el control sobre todas las facetas
de la vida a agencias gubernamentales (Capitán
América: el Soldado de Invierno) o incluso los tonos anti-sistema de la serie Blade (en la que las figuras de autoridad son, de hecho, vampiros, y el héroe los corta en rodajas). Algunas de las mejores películas de
superhéroes son las de DC que tienen temas claros. Superman trata sobre la victoria de la fantasía y la esperanza
sobre el cinismo, y su secuela, Superman
II, fuerza al héroe a decidir entre el amor de su vida y su deber para con
la Tierra. La película animada Batman: La
Máscara del Fantasma explora los remordimientos del héroe por un romance y
una vida que nunca llegaron a ser. Batman
Begins, la historia que reinició la serie de Batman, trata sobre el miedo y
su utilidad como herramienta, mientras que El
Caballero Oscuro plantea los sacrificios que pueden ser necesarios para
mantener el orden de la sociedad. Watchmen
retrata el fracaso del ideal heroico. Lego Batman echa por tierra el mito del héroe solitario, mientras que Wonder Woman muestra el poder del amor frente a la crueldad.
Algunas de las peores pelis de superhéroes de etapas recientes, por otro lado,
plantean tal plétora de temas que resultan liosas e incomprensibles, como El Caballero Oscuro: la Leyenda Renace, El Hombre de Acero y Batman v Superman: Amanecer de la Justicia.
Así que... ¿una película sobre un rey africano que se disfraza de gato es la vanguardia de la corriente estética e intelectual Afro-Futurista y plantea cuestiones sobre el papel de las utopías y del conflicto racial a escala planetaria a la vez que subvierte la imagen que se tiene de África en Occidente? Qué cosas. |
Una historia sin un tema tiende a ser superficial, frecuem entretenida, pero insignificante. Piensa en Las
Crónicas de Riddick, 300, Leyenda o Flash
Gordon. Son, ante todo, experiencias sensoriales, basadas en tono y textura, más que en substancia. Te lo pasas bien cuando las ves, a veces a costa de la película, y
ahí acaba la cosa. Y eso no tiene nada de malo, en principio.
Una tremenda experiencia sensorial. |
Las películas de Batman
de Burton y Schumacher carecen (en su mayor parte) de temas. ¿Es eso un problema? Yo pienso que sí, puesto que fueron, durante casi 10
años, el listón al que aspiraba el género entero. En vez de tratar de ser aventuras
inspiradoras y catárticas como Superman,
Rocketeer o El Cuervo, películas como Steel,
Spawn y Juez Dredd se esforzaban por ser un espectáculo vacuo y comercialmente exitoso como
Batman Vuelve. Por lo tanto vale la
pena echar un vistazo a las ideas bajo estas películas.
Un personaje que creyó ser relevante. |
Batman muestra el titánico conflicto entre dos bichos raros (Batman y Joker). Pasas la mayor parte de la peli viendo al Payaso perpetrar crímenes sin sentido, y a veces el Murciélago aparece para detenerle. A veces pelean por la hermosa reportera Vicky Vale, pero ella no quiere estar con Joker y abandona a Batman al final del filme, con lo cual ese frente es una causa perdida. Se revela que Joker fue quien mató a los padres de Batman cuando este era un niño, lo que le motiva a vengarse, pero eso sucede en un flashback cerca del final, de modo que ninguna de sus batallas anteriores estaban motivadas por la venganza. También puede que estén luchando por el destino de Gotham, pero ninguno tiene una ideología que nos informe sobre por qué lo hacen. En otras palabras, pelean por pelear, nadie aprende nada, nadie crece y el mundo sigue girando. La secuela, Batman Vuelve, es incluso peor, pues sólo parece tratar sobre gente lujuriosa tramando planes
sin sentido. Por otra parte, la cuarta entrega, Batman y Robin, parece tratar sobre lo mismo, pero con menos iconografía S&M.
Hace que te preguntes por la "colección privada" del director... |
Puede que no esté siendo justo. Al fin y al cabo, una de estas películas sí que plantea un tema interesante. El problema es que lo maneja de modo muy patoso. Hablo de Batman Forever (Joel Schumacher, 1995), la tercera de la serie, y la primera en reintroducir a Robin a la gran pantalla. ¿Y de qué quiere tratar, sin éxito, esta película? De nada menos que de la futilidad de la venganza. Tenemos dos villanos, ambos motivados por la venganza, y dos héroes, uno motivado también por la venganza, el otro tratando de convencerle de lo contrario. Veamos a nuestros participantes:
Harvey Dent, también conocido como Dos Caras, solía ser fiscal de distrito
hasta el día en que un mafioso le roció con ácido. Batman intervino,
pero sólo pudo tapar la mitad de la cara de Harvey antes de que el ácido le
alcanzara. Con la mitad de su rostro desfigurado y completamente fuera de sus
cabales, busca vengarse de Batman por lo ocurrido (es raro que no vaya a por el
gánster que le hizo esto…). No sabe que Batman es Bruce Wayne.
Edward Nygma, también llamado Enigma (o Acertijo) solía ser un empleado de
Bruce Wayne que experimentó con tecnologías de control mental, lo que granjeó
su despido. Su mayor deseo es destruir a Bruce Wayne por rechazar su
investigación y apoyar su expulsión. No sabe que Bruce Wayne es Batman.
Nuestros dos villanos son un par de maníacos, meras sombras de los hombres
que antaño eran (este detalle será importante luego).
El millonario Bruce Wayne es en secreto Batman, el justiciero protector de
Gotham. En el pasado mató al hombre que asesinó a sus padres, y ahora se está
viendo con una psicóloga que más parece una modelo de lencería. Se da cuenta de
que ya no le motiva la venganza, como antes, sino proteger a su ciudad. Esta
versión de Batman es mucho más saludable mentalmente que en las películas
previas.
Y he aquí la pièce de résistance
de la película. Dick Grayson es el benjamín de la familia de acróbatas
circenses conocidos como los Grayson Voladores. Durante una actuación, Dos
Caras y su banda atacaron el circo y tomaron rehenes, tratando de hacer
aparecer a Batman. Los Grayson se comportaron como héroes, lucharon contra la
banda y se libraron del explosivo que los malos habían preparado, pero al final
murieron todos salvo Dick. Tras ser adoptado por Bruce Wayne, Dick expresa sus
deseos de ver a Dos Caras muerto, a lo que Bruce le responde que la venganza
sólo incrementará su dolor (lo cual ya es raro, debido a lo ocurrido en
películas anteriores). Finalmente, en honor a su familia muerta, adopta el
manto de Robin y se une a la batalla de Batman contra Dos Caras y Enigma. En un
momento dado, se encuentra frente a frente con su némesis, y luchan. Dos Caras,
derrotado, cuelga del precipicio, y Robin tiene la oportunidad de asestar el
golpe final, hasta que decide no hacerlo y salvarle la vida al villano.
Si lo hubieran dejado ahí, habría sido perfecto. Este debería haber sido el
momento culminante: el maestro ha logrado que su pupilo aprendiese de sus
errores, el aprendiz ha crecido y madurado más allá de sus ansias de venganza y
el mal ha sido derrotado. ¡Viva!
Pero no es ahí donde la película acaba. En vez, Dos Caras se aprovecha de la
compasión de Dick y lo captura, y Batman tiene que rescatarlo y derrotar a
ambos villanos él sólo, a Enigma se le fríe el cerebro y Dos Caras cae al vacío
y muere.
Como resulta claro, es la peor resolución a la que podría haber llegado la
película, simplemente por el hecho que deshace toda la labor previa. La
historia de nuestros dos héroes se torna irrelevante, ya que, en el momento de
la verdad, una historia nominalmente contraria a la venganza se resuelve con la
venganza. Y si resultaba ser lo contrario, que la película afirma que la
venganza sí que es la solución, resulta obvio que es Robin, no Batman, quien
tenía que acabar con Dos Caras. En otras palabras, un completo desastre.
Que conste que, con estas palabras, no estoy criticando películas y otras
historias que celebran la venganza, como Blade,
El Cuervo, La Máscara del Zorro,
Django Desencadenado o John Wick. Lo que sí intento decir es
que una historia como una peli de Batman (un personaje que muchos piensan que trata sobre vengar a sus padres, pero que realmente trata sobre superar la tragedia personal y darse a otros) necesita tener una posición más clara
sobre este asunto.
Lo curioso es que una película
de superhéroes moderna presenta exactamente el mismo arco de personaje, pero lo
hace bien. ¿De qué película hablo? De Capitán
América: Guerra Civil (o Los
Vengadores 2.5, siendo realistas). Los parecidos son poco menos que
impactantes. Tenemos un villano, Helmut Zemo, que busca destruir a los
superhéroes (en este caso al superequipo de Los Vengadores) en acto de venganza
por la muerte de su familia como daño colateral de una batalla anterior. En sus
maquinaciones, causa la muerte de mucha gente, incluyendo, de modo también
colateral, la de T´Chaka, rey del ficticio país africano de Wakanda. Su hijo,
el príncipe T´Challa, se pone el traje guerrero de la Pantera Negra y da caza
al asesino. Finalmente, presenciamos el plan maestro de Zemo, que causa que los
Vengadores se enfrenten entre ellos, disolviendo el grupo en amargura y
disensión. T´Challa alcanza a Zemo, el cual, a pesar de haber ganado, está
hecho un despojo, un hombre triste que lo ha perdido todo. T´Challa podría
matar a Zemo, pero ve lo que la venganza ha hecho de él: una mera sombra. En
vez de matarlo, lo entrega a las autoridades. No ha manchado sus manos de
sangre, sino que ha conservado su alma.
En ambos casos tenemos villanos
matando a los seres queridos de héroes vengativos, y en ambos el héroe decide
no matar al enemigo a su merced. Sin embargo, en una de ellas, el arco del
héroe lo lleva a una sabiduría mayor, convirtiéndole en un verdadero campeón,
mientras que en la otra, el mismo arco lleva al héroe al fracaso y a necesitar
que otros terminen la labor.
Pese a lo que he dicho, pienso que Batman
Forever es la mejor de las cuatro películas precisamente porque es la única
de ellas que trata de ser más que mero espectáculo. Trata de proponer que la
venganza sólo acarreará más dolor, y presenta a Batman como un hombre capaz de
progresar y cambiar. No obstante, agradezco que películas como Spiderman, Hellboy, Batman Begins e
incluso Blade recordasen a Hollywood que,
incluso si se trata de acción espectacular con héroes y villanos con aspecto
ridículo, un héroe, súper o no, nos está contando una historia y, como tal, tiene
que decirnos algo sobre quiénes somos y en qué creemos. Y si me preguntan cuál relato
es mejor, el de un joven en busca de venganza que perdonó a su enemigo, pero
que fue capturado inmediatamente por este y su mentor tuvo que rescatarle y
matar a su oponente, o la historia de siete patéticos perdedores uniéndose para
defender su ciudad frente al mal, triunfando contra todo pronóstico, podrás
verme disfrazado del Cavador.
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