UNIVERSO COMPARTIDO DE "ZIENTÍFICOS" LOCOS

Últimamente estoy desarrollando gusto por las películas de serie B. Django, Ese Maldito Tren, la filmografía de John Carpenter, Rocky Horror Picture Show, Blade, la serie Mad Max, La Pequeña Tienda de los Horrores, El Señor de las Bestias, Underwater… No he visto lo suficiente para ser un auténtico aficionado, mucho menos un conoisseur, pero les veo cada vez más valor e interés. Existe mucho encanto en el arte que no se preocupa por ser “apropiado”.

¡Comiiiiiiiiiiiiiiiiida! ¡Necesito jamar!

Viendo algunas de éstas descubrí una curiosa conexión entre tres películas que podría hacer de éstas lo que llaman un “universo compartido” accidental. Son tres historias completamente separadas, hechas por artistas sin ninguna relación (aparte de, probablemente, mutua inspiración) que, no obstante, bien podrían formar una única cronología. Hablo de Re-animator, El Soldado Universal y Overlord, tres obras unidas por la presencia de científicos locos capaces de crear monstruos por medio de la reanimación de los muertos.

Por si no lo adivinabas, las tres películas tienen zombis y gore.

El elemento común es un suero que, cuando se inyecta en un cadáver, le confiere vida. Asimismo, parece tener efectos sobre las personas vivas similares a los de un anabolizante. Cada una de las tres películas proporciona al espectador información ligeramente distinta, pero que aun así puede ser compuesta en un todo coherente. Los distintos datos dan la noción de que es una fórmula que va perfeccionándose con el paso del tiempo según pasa de mano en mano, una idea que gana fuerza con el hecho de que los sucesos importantes de cada una de las tres obras tienen lugar en un período histórico diferente: 1944, 1969, 1985 y 1992. Sabiendo esto, veamos las tres películas y cómo va avanzando el suero.

Lo único peor que un nazi vivo es un nazi que no puede morir.

1944-Normandía

OVERLORD

(Julius Avery, 2018)

En la víspera del Día D, un pelotón de paracaidistas es enviado a un pueblo francés ocupado por el Tercer Reich para destruir una torre de radio. Sólo sobreviven cuatro, liderados por el Cabo Ford (Wyatt Russell). Nuestro protagonista, el Soldado Boyce, logra infiltrarse en la iglesia donde los nazis han establecido la torre de radio, y descubre un laboratorio secreto. Para su horror, descubre que el malvado Dr. Schmidt está experimentando con los locales con una brea hallada en el subsuelo del pueblo.

El diabólico Dr. Schmidt (actor: Erich Redman).

La película no elabora sobre los orígenes de dicha brea, ni sobre cómo fue descubierta. Mi teoría es que fue hallada por obreros franceses durante unas reparaciones en la iglesia poco antes de que su país fuera invadido. Cuando los krauts vieron que esa brea estaba ahí, el Dr. Schmidt empezó su investigación. Lo que sí se sabe es que el perverso científico usó los cuerpos de los pueblerinos para destilar la brea en un suero rojo, y que inyectó ese mismo suero en franceses vivos y muertos para desarrollar su uso. Cuando se emplea sobre un cadáver, éste vuelve a la vida, pero de manera imperfecta. 

Boyce descubre el siniestro laboratorio de Schmidt. No apto para los de estómago débil.

Los sujetos obtienen notables beneficios (aparte de regresar de la tierra de los muertos, obviamente): parecen capaces de curarse de la mayoría de heridas a gran velocidad (sólo el fuego y los traumatismos craneales parecen efectivos), y obtienen una fuerza extraordinaria. El soldado Chase (Iain De Caestecker) volvió brevemente a la vida de éste modo, y afirmó pasar mucho calor, después de aplastar una cantimplora con la mano. En los filmes siguientes, averiguaremos que el suero realiza una hiperaceleración de los cuerpos (de ahí esa sensación de calor), lo cual sugiere que los inconvenientes del suero proceden de ese calor extremo al que se ven sujetos los cuerpos. 

El Soldado Chase experimenta los síntomas más...desagradables de volver a la vida. (Actor: Iain de Caestecker).

Habitualmente sufren mutaciones físicas, incluyendo desfiguraciones en la piel, sangrado profuso en los ojos  y retorcimiento de huesos. Cuanto menos refinada sea la brea, más espantosas son las mutaciones. Lo peor, no obstante, es el efecto que tiene en la mente de las personas. Sobre sujetos que estuvieran vivos antes de realizar el tratamiento, los efectos no son especialmente dramáticos: el Capitán Wafner, de las SS (el villano principal en Overlord) se inyecta el suero después de recibir un tiro no letal en la boca, tras lo cual su diálogo pasa a ser bastante más grandilocuente y megalomaníaco, pero no muy fuera de lugar para la retórica nazi. En esencia, le afecta como un esteroide, haciéndole más fuerte y arrogante. En sujetos que estuvieran muertos antes de recibir el tratamiento la cosa es bastante más horrible. Aunque empiecen reconociendo a la gente a su alrededor, no tardan en comportarse de manera irracional y agresiva, sufriendo espasmos violentos de manera constante. Esos sujetos suelen tratar de matar a las personas a su alrededor sin ningún motivo, y se sabe de alguno que ha devorado carne humana. Básicamente, se han convertido en zombis con todas las de la ley.

El suero no le arregla la cara al Capitán Wafner, de las SS, pero desde luego le pone una sonrisa en los labios. Lo que queda de ellos. (Actor: Pilou Asbaek).

Al final de Overlord, nuestro héroe, Boyce, decide no revelar a sus superiores la existencia de la brea ni del laboratorio, con la esperanza de impedir que ningún bando ostente un poder tan monstruoso. Es un final lógico y satisfactorio para la película, pero estoy aquí para sugerir… ¿y si los estadounidenses hubieran descubierto otros pozos de brea y otros laboratorios de zombis después de los eventos de la película? Eso nos conduce a…

El Soldado Boyce reconoce el peligro que el suero representa. (Actor: Jovan Adepo)

1969-Vietnam

EL SOLDADO UNIVERSAL (PRÓLOGO)

(Roland Emmerich, 1992)

La guerra se lleva por delante las almas de las personas. A la derecha, el Sargento Andrew Scott; a la izquierda, el Soldado Luc Deveraux. (Actores: Dolph Lundgren y Jean-Claude Van Damme, respectivamente).

En el prólogo de ésta película, vemos al soldado Luc Deveraux (Jean-Claude Van Damme), un estadounidense de origen francés, abriéndose paso por la selva en Vietnam para encontrarse con su pelotón. En vez de eso, se topa con su sargento, Andrew Scott (Dolph Lundgren), el cual ha enloquecido y se ha estado dedicando a coleccionar orejas de vietnamitas. Luc trata de salvar a una pareja, prisionera de Scott, pero éste los asesina, con lo que los dos se enfrentan. Ambos soldados mueren a manos del otro. Algunas horas después llega el resto del ejército, y una división no identificada mete ambos cuerpos en sacos de plástico. Cuando un soldado se les aproxima para identificar los cadáveres, le advierten que no meta las narices donde no le llaman.

Aunque a estas alturas de la película no sabemos mucho, podemos extrapolar que el proyecto Soldado Universal (el cual veremos plenamente activo más adelante) ya estaba al menos en sus fases iniciales a la altura de 1969. Esto nos hace suponer que, de algún modo, el ejército estadounidense pudo hacerse con la fórmula de reanimación de los nazis. Las notas de investigación del Dr. Schmidt fueron destruidas por Boyce, pero tal vez uno de los colegas del científico llevara una investigación paralela en otra parte, la cual fue obtenida por las autoridades estadounidenses durante la Guerra. En todo caso, la Guerra de Vietnam sólo es una fase preparatoria para los científicos de Soldado Universal. Más adelante, el Proyecto UniSol desplegará soldados en misiones especiales, pero por el momento los científicos están experimentando sobre los cuerpos de soldados caídos, como Luc y Scott. El proyecto avanzará muy lentamente, hasta que, casi dos décadas después, una mente brillante y demente logra dar el siguiente gran paso.

1885-Miskatonic, USA

RE-ANIMATOR

(Stuart Gordon, 1985)

Tras la muerte de su mentor, el Doctor Hans Gruber, Herbert West (Jeffrey Combs), brillante, loco y probable asesino de gatos, se marcha de Zurich y regresa a Arkham, su ciudad natal en los Estados Unidos. 

El buen Doctor Gruber, la viva imagen de la sabiduría. (Actor: Ian Patrick Williams).

Enlistando la ayuda de Dan Cain (Bruce Abbott), un respetado estudiante de la Universidad de Miskatonic, se dedican a finalizar los experimentos que les llevarán a devolverle la vida a los muertos, por medio de una fórmula desarrollada por West. No necesito indicar que la cosa sale horriblemente mal.

¡Quítame este gato de encima! ¡No es un muñeco, lo juro!

Al principio no parece que la obra de West tenga ninguna relación con el Proyecto Overlord ni con UniSol, pero he aquí mi teoría. Ningún genio parte de cero; todos los grandes van a hombros de gigantes. Herbert West estudió bajo la tutela del Doctor Gruber, el cual ya era anciano cuando se le vio morir en el prólogo. ¿Y si Gruber hubiera formado parte del partido Nazi durante las investigaciones del Doctor Schmidt? Hubiera sido relativamente joven en ésa época, probablemente sólo un ayudante de laboratorio. Es poco probable que los juicios de Núremberg hubieran sido especialmente duros contra un mero ayudante de laboratorio. ¿Y si, siendo un científico de carácter más humilde, hubiera pasado desapercibido a los ojos de espías estadounidenses y rusos, evitando ser reclutado forzosamente a un bando u otro, como el resto sus congéneres? Eso le dejaría en paz para proseguir la obra del Dr. Schmidt en los años 60 y 70, extrayendo cantidades pequeñas y poco notables del subsuelo francés y haciendo experimentos poco invasivos. Y cuando aceptó tutelar a Herbert West a comienzos de los 80, éste le ayudó a perfeccionar la fórmula. En Re-animator, podemos comprobar cómo el suero ha pasado de ser rojo a ser de color verde. West mismo nos explica el proceso de híper-aceleración, el cual, como hemos discutido, encaja realmente bien con lo que vemos en Overlord. También comprobamos que la fórmula, más refinada, es mucho menos mutágena, ya que los cadáveres reanimados carecen de otras deformidades que aquellas que causaran su muerte (como quemaduras o desgarrones en la carne) y pocas instancias de después de la inyección. No obstante, sigue teniendo otros efectos interesantes: West emplea una versión aguada del suero como droga para mantenerse despierto, a modo de un cafeinómano. Aunque carece de la deformidad y de la fuerza adicional que obtuvo el Capitán Wafner, de las SS, West está claramente loco, si bien es difícil de determinar si su locura es producto de la droga, de la falta de sueño o si es anterior a su estancia en Zurich. Seguramente las tres cosas juntas, a decir verdad. 



Ahora bien, la fórmula mejorada tiene un éxito considerable en un área: si se aplica sobre un cerebro fresco (muerto antes de un margen entre 9 y 12 minutos), éste retiene gran parte de su personalidad e inteligencia. El Doctor Hill, de la Universidad de Miskatonic, puede atestiguar que la cosa funciona bastante bien. Incluso después de haber sido decapitado con una pala, el cabrón conserva su mala uva y su perversión. Por otro lado, si el cerebro no es recuperable, su comportamiento es igual de violento que en fases previas, aunque Hill averiguó que es posible pacificar e incluso dominar a los zombis por medios radicales como la lobotomía y la sugestión hipnótica.

El doctor Hill parece encontrar su nuevo estado extrañamente...liberador. Aunque puede que Megan Halsey no opine lo mismo. (Actores: David Hale y Barbara Crampton).

Con la muerte de Herbert West (¿¡Quién más puede afirmar haber sido asesinado por un intestino grueso!?), su investigación desaparece. Sospecho que las autoridades estadounidenses investigaron unos extraños sucesos en el Hospital Universitario de Miskatonic, y encontraron en sus indagaciones la pieza final de su proyecto científico. El Programa Soldado Universal ha sido completado.

Mejor no hablemos de esto.

1992-Arizona

EL SOLDADO UNIVERSAL

(Roland Emmerich, 1992)

El ejército estadounidense lleva unos pocos años haciendo gala de una unidad de soldados de élite llamados UniSol, operativos con identidades secretas, equipo avanzado, cámaras en el ojo y cuya base de operaciones es una especie de camión-fortaleza. Después de varias misiones exitosas, la reportera Veronica Roberts (Ally Walker) decide indagar sobre la misteriosa Unidad Unisol.

Laboratorio, hospital, fortaleza y base de operaciones móvil.

Cuando ella se infiltra en la base, es capturada y su cámara es asesinado por UniSol GR13. El operativo GR44, que debía retenerla, empieza a sufrir flashbacks de su muerte en Vietnam y decide escapar y llevarse a Roberts consigo. Se revela que GR44 es, en realidad, el soldado Luc Deveraux, pero sólo recuerda su pasado a medias. Lamentablemente para los dos, GR13 también ha empezado a recordar que solía ser el Sargento Andrew Scott, cuyos hobbies incluían coleccionar orejas humanas y matar desertores, por lo que se acaba adueñando de la base móvil y de los efectivos del Programa y se lanza a la cacería de Devereaux y Roberts.

Al menos es un hobby barato.

A estas alturas, el suero de la resurrección, desarrollado por el Doctor Christopher Gregor, es prácticamente perfecto, si bien ha cambiado una vez más de color (ahora es azul). Los soldados son más fuertes que cualquier mortal, y su daño puede ser reparado por las hábiles manos de los científicos del proyecto. Carecen de mutaciones. Los cadáveres son reanimados en entornos controlados. Los cerebros son preservados por medio de criogenización para impedir su deterioro. Los cuerpos son enfriados constantemente para resolver el problema de la híper-aceleración (lo cual permite la resurrección de los cadáveres, pero impide su desfiguración). Esto parece compensar el calor que el suero producía al Soldado Chase en Overlord. Y lo más importante de todo, la mente de los sujetos es reprimida por medio de la hipnosis y el condicionamiento mental (un avance heredado seguramente del Doctor Hill). Los soldados zombis carecen de identidad, memoria y libre albedrío, pero responden a las instrucciones dadas por comunicadores. Sólo hay dos problemas: Por un lado, los soldados necesitan enfriarse constantemente (de lo contrario sus cuerpos se descomponen), o al menos entre misión y misión. El otro es que cuando los UniSol tienen flashbacks que les devuelven al momento de su muerte, éstos siempre parecen superponerse al condicionamiento. Y eso es exactamente lo que pasa con Scott y Deveraux.

¡Es hora de hacer ciencia!

Al final de la película, el Programa Soldado Universal ha sido cancelado, la base móvil se ha estrellado, Scott ha muerto y Deveraux ha regresado a su hogar ancestral, no completamente curado, pero sí vivo. Es un zombi que ha vuelto de verdad a la vida. La investigación que empezó con la depravada mano del Doctor Schmidt y que culminó con la del Doctor Gregor, pasando por la sabiduría del Doctor Gruber, la crueldad del Doctor Hill y el ingenio de Herbert West, ha desaparecido. Esa extraña brea hallada en Francia ha devuelto la vida de un único hombre, pero se ha llevado la de muchísima más gente. Con suerte, el secreto que el Soldado Boyce trató, sin éxito, de ocultar, podrá permanecer dormido para siempre, muy por debajo de los ojos de los curiosos…

El soldado Boyce rescata a un amigo.

FIN

Éste pequeño proyecto ha sido divertido de escribir, pero espero que también lo fuera de leer. Antes de finalizar, debo hacer una incisión: Tanto Re-animator como El Soldado Universal tienen secuelas, varias incluso con los mismos actores (y, por lo tanto, tan “oficiales” como pueden ser obras de ese tipo), pero aún no he visto ninguna de ellas. Es muy posible que la información obtenida en esos filmes alterara por completo la cronología establecida en éste pequeño artículo. No importa. Ya las veré cuando llegue el momento, si me apetece, y las incluiré en ésta historia, si me apetece. Es muy posible que haya otras películas de su tipo (y alguna versión de Frankenstein) que podría encajar en éste pequeño Universo Compartido.

Idea para una película que nunca sucedió: ¡Frankenstein vs Herbert West! (Actor: Peter Cushing)

Realmente, lo que conecta Overlord, Re-animator y El Soldado Universal es que son películas de presupuesto limitado que se las apañan bastante bien para ser emocionantes, divertidas y aterradoras empleando zombis. Pero estos monstruos no son presentados como una horda indistinta que los héroes matan con motosierras (es decir, el monstruo más aburrido de todos), sino como el producto de la maldad humana, de científicos locos que ostentaron el poder de los dioses pero que lo emplearon para cometer aberraciones.

Gracias por leer. ¿Estás de acuerdo, o en desacuerdo? ¿Se te ocurren otras películas o series que podrían encajar en ésta cronología? ¡No dudes en comentar aquí o en Facebook!