sábado, 8 de agosto de 2015

¿DONDE ESTA LA AVISPA?-Sexismo y representación del género en Ant-Man

Este es un artículo de opinión, y por tanto está abierto a discusión y a interpretaciones distintas. Por favor, escribid comentarios al respecto de este tema. También contiene spoilers sobre la película Ant-Man (Peyton Reed, 2015).

Hará como una semana que vi la película Ant-Man, duodécima entrega del inmenso Universo cinematográfico de Marvel (UCM), la cual además finaliza la Segunda Fase de este tremendo proyecto cinematográfico. Ant-Man trata sobre cómo Hank Pym, inventor de la Particula Pym (que le permite a voluntad reducir su tamaño al de una hormiga, pero con la fuerza de una persona) y Hombre-Hormiga (Ant-Man) original pero retirado, recluta a Scott Lang, ex convicto en busca de empleo y redención, para que se convierta en el nuevo usuario de su traje y detenga una conspiración que pretende proveer la Partícula Pym a gente muy peligrosa y malvada.

Es una película divertida, entretenida y agradable, con muchísimos puntos a su favor y que no intenta ser más de lo que es. Contiene buenas escenas de acción, una excelente combinación con el género de atracos (un poco a la usanza de Ocean’s Eleven y Un Trabajo en Italia) y humor de sobra. Michael Douglas, en el papel de Hank Pym, es sin duda la verdadera estrella de la película, si bien no el héroe central (que es Lang, interpretado por Paul Rudd), dándole carisma y presencia como ningún otro personaje de la película. Es, sin duda, muy entretenida, sin acercarse para nada a lo mejor de Marvel, pero sin ser ofensivamente mala en cuanto a su calidad.

Pero hay una cosa que me molestó de este filme, y que me ha ido molestando en aumento cuanto más pensaba en ello, y es la manera en la que tratan al personaje femenino principal, Hope van Dyme (Evangeline Lily), hija de Hank Pym. Permitidme que os haga spoilers de la película, pero es que esto es importante: es una película con una ideología muy machista. Es un grave defecto que veréis comentado a menudo en Internet, pero quisiera ser yo quien lo comente primero en este: la película va más allá del paternalismo tradicional de “damiselas en apuros” y comete faltas bastante más graves en ese aspecto. Este artículo va a elaborar esta acusación, empezando con información de la trama, pero no voy a entrar en otros defectos de la película, como el soso villano y la cuestionable representación racial. Asimismo, voy a hablar de lo que  por medio de la película, la serie animada de Los Vengadores: los Héroes más poderosos de la Tierra y algún que otro cómic de los Vengadores, que no es mucho. En ultima instancia, voy a hablar no como friki o lector de cómic, sino como espectador de cine.
Evangeline Lily como Hope van Dyne.

Hank Pym era el Hombre Hormiga, un superhéroe durante los años 80 que se dedicaba a salvar el mundo de manera prácticamente invisible, gracias a la reducción de tamaño que le proporcionaba su traje tecnológico. Ahora, viudo y retirado, ve como su discípulo-ahora-enemigo, el pasable Darren Cross, trata de hacerse con la fórmula de la Partícula Pym por motivos nefastos.  Es una crisis que requiere un nuevo, más joven usuario de la Partícula Pym y del traje de Ant-Man para detener al malo. Hope, la hija de Pym, es una candidata idónea: su relación con su padre no es precisamente buena, pero conoce el traje reductor como la palma de su mano, sabe cómo usarlo de manera efectiva, tiene un tremendo control sobre el ejercito de hormigas de Pym (…eh, ¿me olvidé de mencionar esto?) y está bien entrenada en artes marciales mixtas. Y no obstante, su padre insiste en que sea este ex convicto, Scott Lang, quien cumpla la misión. 

¿Por qué?, me preguntaba yo en varias ocasiones durante la película, cuando padre e hija discutían al respecto. Ella claramente está capacitada, es fiable, es una persona de confianza del antagonista(un plus impresionante) y, a diferencia de Lang, no requiere entrenamiento, y es una persona de confianza del antagonista (un plus impresionante), permitiéndoles ahorrar muchísimo tiempo que podría destinarse a preparar el asalto a la base del villano, o incluso atacar mucho antes de que este lo vea venir. La película hace esfuerzos explícitos para demostrar que Hope, simplemente, es mejor que Scott. ¿Por qué motivo iba el buen Doctor Pym a contactar con un hombre del que no tiene demasiados motivos para fiarse, que ni siquiera estaba interesado en la misión en primer lugar y que requiere entrenamiento intensivo tanto en combate como en el uso de los poderes de Ant-Man, cuando tiene a su excelentemente cualificada hija justo al lado?  No solo eso, sino que Hope mola mucho más que Scott, tiene clase, estilo y personalidad. 
Janet van Dyne, La Avispa, es el mejor personaje de la serie animada Los Vengadores: Los Héroes mas Poderosos de la Tierra.
Lo digo en serio: tiene encanto, tiene sex-appeal y siempre mola verla lanzarle rayos a los malos. Me hubiese gustado verla en pantalla grande.
La respuesta a esa pregunta me pareció apabullantemente sexista: Hank Pym, en su era dorada, tenía una compañera de aventuras súperheroicas, su esposa Janet van Dyme, también conocida como La Avispa, la cual usaba la misma tecnología (excepto que usaba alas mecánicas en lugar de volar sobre hormigas… eh, ¿tampoco mencioné esa parte?). Durante su última misión, trataron de detener un misil nuclear destinado a alguna ciudad importante, pero como les resultó imposible, Janet decidió sacrificarse a sí misma de manera heroica. No voy a entrar en detalles sobre cómo funcionó la cosa, pero el asunto es que ella murió y eso destrozó a Hank. Así que el Doctor Pym decidió alejar a su hija de cualquier peligro, básicamente prohibiéndole usar el traje y contactando con una persona mucho menos entrenada porque, según Scott Lang, él es “prescindible”. Es absolutamente ilógico, y forma parte de una mentalidad que requiere que los hombres protejan a las mujeres ante todo, aun a costa de la libertad de acción de las mismas, que desarrollen habilidades más allá de círculos “seguros” y que se desenvuelvan en el “peligroso” mundo exterior. Por su obsesión de alejar a Hope del peligro, es incapaz de ver que ella es capaz de capear el temporal con sus considerables habilidades, e incluso pone en peligro la misión por gastar un tiempo valiosísimo en entrenar a Scott (os recuerdo que la misión implica, más o menos, salvar el mundo). Y no obstante esta tan obsesionado que, parafraseando al Doctor Pym, prefiere que la misión fracase a que su hija se vea en peligro. Una vez más, prefiere que el mundo sufra las consecuencias del villano saliéndose con la suya que dejar que su hija participe en la misión. Es como cortarle las alas a un polluelo para impedirle que vuele y se marche del nido, donde estará seguro. Lo más triste de todo es que Hope no es una adolescente alocada y descentrada, sino una mujer adulta y profesional. Según esa actitud, si Hope hubiese querido ser soldado, o agente de policía, él se hubiese negado, porque es su hija y debe protegerla. Estoy seguro que, de haber sido su descendiente Harry van Dyme y no Hope, Pym le hubiese dejado de inmediato ponerse el traje y saltar a la misión. Ella no. Ella es preciada y valiosa. La está infantilizando. Quedaos con esta palabra. Infantilizando.

Janet van Dyne como La Avispa, es su breve cameo en el cual ni habla ni tiene rostro.

Y no es solo Hank Pym quien exhibe esta actitud: Scott Lang opina igual, Hope acaba por aceptarla y la película siempre da a entender que tiene que ser Scott, y no Hope, quien se ponga el traje. Si hubiese sido Hank el único, la cosa hubiera sido un elemento de caracterización. Pero al no ser así, sino que es el consenso general de los indiscutiblemente heroicos protagonistas, se convierte en la posición ideológica de la película. Puede que lo de Pym sea obsesión más que machismo, pero el resto de personajes no tiene semejante justificación. En serio, no hay motivo por el que Hope, después de haber oído la historia de la muerte de su madre, hubiese aceptado ser una segundona: en todo caso, habría entendido lo rematadamente heroica que Janet era, lo que debería justificar todavía más sus deseos de llevar el traje. Ella ha debido de interiorizar la misoginia hasta tal punto que acepta ciegamente que los hombres deben protegerla, aunque esta claro que es ella quien los debe proteger a ellos. Una vez más, ha sido infantilizada. No hace lo debido de "Soy una mujer adulta y se lo que hago, a la porra con tus prohibiciones, papá", obedece servicialmente los deseos de su padre. 

Lo que me molesta del asunto es que, acaso sin darse cuenta (o puede que deliberadamente), el filme es ideológicamente activo en su representación del género. Si se hubiera limitado a no representar a Hope como una mujer cualificada (o no haberla presentado en absoluto), la elección de Scott Lang hubiera sido perfectamente lógica. Hubiera sido convencionalmente conservadora, pero no más que otras películas que resaltan menos este aspecto. Pero aquí escogieron representar a Hope como explícitamente más competente que el héroe titular, y aun así relegarla a un segundo plano. Obviamente, la trama asegura que Lang es la mejor elección, porque el villano, que es el jefe de Hope, la requiere en cerca de él justo en un momento crucial. Muy conveniente.

Además, está el tema de la “mujer en la nevera”, término acuñado por la aclamada escritora de cómics Gail Simone, el cual hace referencia a cómo los medios artísticos en general, y los cómics de superhéroes  en particular, emplean desgracias acaecidas sobre mujeres para expresar, en realidad, las tragedias de los varones. El ejemplo original contemplaba al Linterna Verde Kyle Rayner regresando a su hogar y encontrando a su novia descuartizada por un villano dentro de un frigorífico. La brutal muerte de esta mujer sirvió, básicamente, para añadirle drama a la vida del héroe varón. Algo parecido sucede aquí con Hank Pym y Janet van Dyne: realmente, no nos tiene que importar tanto la (muy noble) muerte de la Avispa como lo mucho que esta afectó al Hombre Hormiga. No puedes evitar la sensación de que el paso de la Avispa a mejor vida no tiene un valor intrínseco, sino solo para darle efecto dramático. Hay que señalar que, en la breve aparición de Janet van Dyne, ella lleva el traje completo, con lo que nunca le vemos el rostro y, a efectos de película, ella no tiene rostro en absoluto, por lo que no tiene voz ni persona en absoluto. En ese sentido, es una Mujer en la Nevera con todas las de la ley.
La ya infame escena del cómic de Linterna Verde.

Lo último es el absolutamente innecesario beso final, una convención de las películas de aventuras que, en este caso en especial, me parecía fuera de lugar. Claro, Scott ha resuelto la situación y se ha convertido en un héroe. Pero eso no quiere decir que Hope tenga que enamorarse de él. Para nada. La relación que se sugiere es la de compañeros de trabajo, quizás hasta amigos, pero en ningún caso amantes. Scott nunca parece haberse ganado las atenciones de Hope, no es merecedor, y no obstante ahí los tienes besándose como tortolitos. Acabo teniendo la impresión de que ella es demasiado buena para él, pero que, por algún motivo, ella piense exactamente lo contrario. A veces, las películas podrían aprender de Pacific Rim (Guillermo del Toro, 2013) en la que no se necesita que un hombre y una mujer se besen para que tengan una relación significativa y satisfactoria para ambos.

Como pequeña compensación, en la primera escena de post-créditos, Pym le revela a su hija el traje de Avispa sin terminar en el que estaban trabajando Janet y él antes del asunto del misil, lo que da pie a futuras apariciones de ella. En parte, compensan algo esa actitud machista de Pym de que las mujeres necesitan más protección que los varones, pero esta reparación llega muy, muy tarde en la película (básicamente, cuando la acción ha terminado y ya no hay ningún problema que resolver) con lo que el aguijón sigue clavado en mi mente, y seguirá ahí cada vez que vea la película.
El traje presentado al final de Ant-Man.

Entra en escena la vocecita del escepticismo: ¡Ciertamente, David, creo que exageras! Es una peli taquillera de verano, una de superhéroes de Marvel, no una obra intelectual de auteurs como Christopher Nolan. Aunque todo esto esté tan mal hecho como dices, sin duda haces una montaña de un grano de arena, haciendo de algo irrelevante un asunto de interés nacional. Sobrevaloras la importancia del asunto. No es más que una peli tonta.

Bueno, es verdad que no hablamos de una película de relevancia cultural universal…pero las taquilleras de verano, las de superhéroes en particular y Marvel en especial, tienen un impacto tremendo en la forma de hacer cine hoy en día. Millones (miles de millones) de personas van a verlas, y muchas de esas personas son niños y adolescentes, chicos y chicas de todas partes del mundo que, desde esta década, están creciendo con Iron Man y Thor. En este momento, Los Vengadores y compañía son un icono cultural presente en todas partes. Y, aunque parezca que estoy diciendo mucho, los valores, las actitudes, la forma de pensar, actuar y hablar de los personajes permea, en mayor o menor medida, en la forma que nosotros, y los que vienen después, ven el mundo. Lo digo de Marvel, pero también de otras franquicias como Harry Potter, Transformers o Crepúsculo. Los valores (o falta de los mismos) de esas películas acaban, a la larga, formando parte de los valores de la gente que las ve. Y Marvel es especialmente poderoso en este aspecto. ¿Y sabéis lo que dice un gran personaje de Marvel sobre lo que conlleva un gran poder? En todo caso, Ant-Man hace un uso muy irresponsable de ese poder mediático, tanto en su representación de mujeres como de etnias no-blancas, pero de eso se puede hablar otro día.
Los compañeros de crimen de Scott son parte del relevo cómico de la película. Hank Pym los describe como palurdos (y lleva razón). Uno es afroamericano, otro es hispanoamericano y el otro es Ruso-Americano.

Cuando fui a ver Ant-Man en el cine, me fije en que fueron a verla unas madres con sus hijas, y no pude evitar pensar Estas niñas han ido a ver una película sobre un héroe y saldrán con la imagen en mente de este valiente y divertido hombre. Mientras, pensaran en Hope como la chica cuyo padre no quiere que ella salga a salvar el mundo. No importa que sea mejor que los hombres, los chicos no le dejan jugar con ellos.
La Capitana Marvel, cuya película saldrá en 2018, sera la primera de MARVEL protagonizada por una mujer. Y aun no han anunciado una de la Viuda Negra.
¿Cómo deberían haber manejado el asunto de la representación de la mujer para hacerlo mejor? Yo tengo varias sugerencias, las cuales ya llegan muy tarde, pero que podrían funcionar para filmes futuros y dar pie a algo mucho menos patriarcal:
1) Simplemente no dar a entender de manera explicita que Hope es mejor que Scott. Puede que sea una opción conservadora, pero no todos están cualificados para salvar el mundo, y esta opción no resalta la su actitud patriarcal. 
2) Scott y Hope comparten la misión: la película podría ser más o menos la misma, insistiendo en que tiene que haber dos personas llevando el traje. La misión podría requerir que, por ejemplo, haya una persona reducida en dos lugares simultáneos, o de lo contrario fracasaría. No es algo muy difícil, y no se hubieran buscado excusas estúpidas para que Hope no participase.
3) Una película de la Avispa: piensa en la misma conspiración y el mismo villano, pero siendo Hope la que tenga que salvar el mundo. En lugar de Scott buscando redimirse, sería Hope tratando de estar a la altura de la leyenda de su madre y vadear los intentos de seducción de su jefe, el villano. Le daría al cine de superhéroes un toque femenino muy, muy necesario últimamente, además de indagar en la relación de padres e hijos…más bien, madres e hijas, el cual es territorio casi inexplorado para las capas y mallas en el cine(con la excepción de Watchmen, de Zack Snyder, 2009).
4) Una película del matrimonio Avispa/Hormiga: Algo nunca antes intentado en las películas de superhéroes (con la excepción de Los Increíbles, de Brad Bird, 2004, Pixar), se trata de las aventuras en conjunto de Ant-Man y La Avispa, independientemente de su generación, como matrimonio. Tratarían de salvar el mundo y su matrimonio al mismo tiempo, representaría dinámicas conyugales a la vez que sería un dúo dinámico estupendo. Además, se alejaría del tópico de que el héroe se “lleva a la chica” como premio al final de la película (tópico del que Ant-Man, como tantas otras, es partícipe), sino que el premio seria para ambos. Naturalmente, si la película quiere ser de PG-13, tendría que dejar a un lado la verdadera historia de la relación entre Hank y Janet, en la que el mentalmente inestable Hank maltrataba a su mujer y ella lo abandonaba. Pero si quisiesen hacer algo para un público más adulto, estaríamos ante algo absolutamente único para este tipo de películas.
Puede que alguno esté pensando que una película así hubiera vendido menos. ¿Los altibajos matrimoniales de dos superhéroes que el público apenas conoce? ¿Las aventuras de una superheroína de escaso renombre y que, hay que admitirlo, no es tan seductora como Scarlett Johannson? Bueno, es posible que hubiesen vendido algo menos, pero…hay que recordar que es una película de Marvel, el estudio que hizo que un tío vestido como la bandera Estadounidense molara, que nos enamoráramos de un fabricante de armas bebedor y mujeriego que pilota una arma de destrucción masiva y que nos zambulléramos en las peripecias de, literalmente, un árbol y un mapache. Marvel puede hilar paja en oro, y cualquier "riesgo" ya no lo es para ellos. ¿Por qué no una guapa, divertida y atrevida heroína? ¿Por qué no una aguerrida pareja? 
Si pudieron convertir a estas dos...cosas, en queridos héroes espaciales, convertir a Hope en superheroina no debería haber sido duro. 

Marvel es capaz de rebasar muchas  convenciones y aun así seguir siendo mucho más que rentables, pero no solo esta película se ha atascado en la representación de género (es un valiente héroe que salva el mundo mientras la chica se queda atrás), sino que ha adoptado una posición agresivamente patriarcal: el hombre ha de impedir a toda costa que la mujer se vea en peligro, incluso aunque eso signifique coartar su libertad, infantilizándola en el proceso.

No creo que los creadores de esta película fueran maliciosos al respecto. Hicieron un trabajo estupendo al convertir a otro héroe casi desconocido con poderes potencialmente patéticos en un superhéroe guay y admirable con una película entretenida y válida por derecho propio. Pero creo que han desaprovechado una inmensa oportunidad para avanzar el género en su modo de afectar el mundo real: una (buena) película de superhéroes protagonizada por una mujer sería una innovación muchísimo mayor, interesante y muchísimo más necesaria que cualquier nuevo súperpoder que quieran adaptar a la gran pantalla. Sería una increíble inspiración para las niñas y chicas que fueran a verla, que ellas pueden tomar los asuntos en sus manos, y podría convencer a los hombres que las superheroínas de primera le dan mil vueltas a muchos superhéroes populares (porque todos sabemos que Kitty Pryde es la mejor X-Men de todos). Qué demonios, aunque muchos no lo quieran admitir, los hombres necesitamos superheroínas también, a veces más que a hombres con capas.
Y yo, aquí, aun esperando para ver a Wonder Woman…             
Que Hera nos proteja, no quiero esperar tanto tiempo.


¿Qué opinas tú? ¿Crees que Ant-Man es machista, o que me equivoco de ángulo? ¿Deberian haber hecho una pelicula sobre La Avispa, sobre Ant-Man, sobre las dos? Si estáis de acuerdo o en desacuedo, comentadlo, por favor.